En los últimos años nos hemos familiarizado con el uso de servicios de Internet como el correo electrónico, las redes sociales o la banca online con tan sólo escribir un usuario y una clave “secreta”. Y como ocurre con todo lo que entra en nuestras vidas de forma rápida, asumimos algunos riesgos de los que no somos conscientes. ¿Son seguras estas aplicaciones?